viernes, 13 de marzo de 2009

noticias contradictorias


Todos los días nos despertamos con el miedo metido en el cuerpo porque, sencillamente, no sabemos lo que va a pasar a cada instante. Los que se atreven a hojear un periódico, que viene calentito y cargado de todo tipo de noticias, la mitad de ellas falsas o con verdades a medias, lo hacen con una apatía sólo comparable a los gestos mecánicos y monótonos.


RAP DENUNCIA. TOTE KING: MENTIRAS

martes, 6 de enero de 2009

PALESTINA: Se instaura la falacia,mientras callan los homínidos "civilizados"


Asistimos atónitos a una de las funciones de teatro más esperpénticas jamás contempladas antes por los habituales espectadores que tienen una cita a diario con los informativos que se emiten en televisión; la mayoría de estos asistentes a tan macabro y escueto noticiero, hace mucho tiempo que han dejado de padecer por la crueldad de las imágenes que ven, y mucho menos empatizar con los deshechos y maltrechos espectros que pululan en medio del dantesco escenario donde se desarrollan los eventos escritos por un antropofágico guionista, cuya mente se ha revelado extraordinariamente psicópata, y dirigidos por un maquiavélico director empeñado en dar excesivo protagonismo a una sola de las partes implicadas en la función, sin permitir que la otra tenga,por lo menos,una mínima opción de cumplir con su rol, que consistiría en dar más emoción, suspense e interés al desarrollo de los acontecimientos, por muy predecibles que fuesen. Este director actuaría auspiciado por los promotores de la obra teatral que sólo están interesados en que se transmita su versión, su verdad; la verdad de unos humanoides que además de su derecho a vivir, tienen al parecer, el derecho de tomar decisiones y conseguir objetivos sin importarles llevarse por delante a todo al que se oponga o siquiera se atreva a alzar su voz en contra de la injusticia que se está cometiendo. Injusticia que se está cometiendo bajo la atenta, trasnochada (no es para menos,las fiestas han sido demasiado maratonianas y asquerosamente amorales, por el gasto innecesario que economías familiares en bancarrota, han desplegado en comprar meros objetos "made in china" o en otros lugares de la Tierra pobre, importándoles un bledo que hayan sido ensamblados por un niño vietnamita, chino o laotiano) e indiferente mirada de los pertenecientes a los pueblos que, teóricamente, ostentan el dudoso honor de ir a depositar una papeleta en una urna y luego acuden a su hogar satisfechos y con la sensación de haber cumplido con su deber como ciudadanos. Los productores de esta función teatral a la que asistimos todos pasmados que se titula: "La miseria de unos es la gloria de otros" , o "Cómo matar a seres humanos catalogados como inferiores por sus depredadores" ;unos depredadores que también en un pasado no muy lejano, fueron calificados de escoria, dañinos y, por supuesto, dignos de sufrir lo peor de lo peor. Lo que sí está bastante claro es que se ha decidido sacrificar a un pueblo con toda su historia, su legado, su arraigo territorial y todo lo que lo identifica como una nación con el innegable derecho a existir y a evolucionar, ser independiente y soberano como el resto de las naciones que conforman la comunidad internacional. Da miedo llegar a la conclusión de que a la opinión mundial ya no le preocupa el problema, que solo hay escasos y contados casos de apoyo, y éstos muchas veces se antojan protocolarios, como para quedar bien, y dejar en paz la conciencia; una conciencia atormentada e incapaz de entender qué diablos está pasando por la materia gris de los que ordenan disparar un obús contra de una población aterrorizada, aturdida, hambrienta,y con la dignidad machacada, a la que solo se le permite engullir una hogaza de pan para prolongar más la agonía, siempre y cuando le dé la real, caótica y arbitraria gana a su verdugo... Mientas caen como moscas, el mundo se va de fiesta, celebra sus días señalados, adquiere sus típicas compras...La crónica de esta muerte anunciada le resulta aburrida, monótona, consabida, ya no es una novedad, ya no le asquea, ya no le revuelve las tripas, llenas de distintos y suculentos manjares... Para que amargarse, que lo resuelvan otros...Continuará...



domingo, 4 de enero de 2009

La ley de la raza superior: Nosotros, los judíos.


Quiero decir que las cosas están al revés, que la humanidad ya no sabe lo que es justo o injusto, que no es capaz de discernir entre lo que es correcto e incorrecto, entre el sentido común que debe regir como norma básica el habitual discurrir de la existencia y el sentido de la realpolitik que lo impregna todo, lo corrompe, lo manipula y lo vacía, sin rubor alguno, de su esencia, esa esencia que debería, en definitiva, marcar o determinar dónde empieza y dónde acaba la importancia real de lo que ocurre a lo largo y ancho de este mundo, y más en concreto, lo que acontece hoy por hoy en la vejada, violada, humillada, maltrecha y ninguneada Palestina, hasta extremos insospechados, a causa de todos los que se han dejado embaucar por la famosa teoría de Tierra Santa, o Tierra prometida... una teoría que ha sido difundida por un puñado de judíos, esos mismos judíos que veíamos junto a miles de gitanos y otras distintas razas, etnias y procedencias de índoles diversas, llorando y suplicando al resto de la humanidad que acudiera en su rescate y les salvarse así de las garras de los opresores y exterminadores nazis. Todos nos conmovimos por ellos, movidos por el sentido común, que es el principio de solidaridad entre todas razas humanas. Ahora, da mucha pena pensar que esas gentes, o sus actuales hijos y nietos se han olvidado de todo aquello, o lo evocan sólo cuando les interesa. Cómo es posible que traten a los palestinos con tanta crueldad como que les trataron a ellos??? . No lo entiendo. Continuará...

viernes, 26 de diciembre de 2008

EN BUSCA DE LA LA RECONCILIACIÓN ENTRE VIDA MODERNA Y BIOENERGÍA HUMANA


Reconozco que no es nada sencillo abordar una temática de esta naturaleza sin toparse con los habituales escollos que acechan en cada rincón del encuadre intelectual y en cada movimiento creativo destilado de la incesante interactuación neurológica, cuyos impulsos eléctricos, inducidos por la inquietante, abundante, compleja e incesante información que penetra en esa masa encefálica, son el motor del vehículo humanoide, hecho, según citan los adeptos a los créditos que no admiten más lógica que la de la fe a ciegas en un componente supremo, de dimensiones divinas, que se escapan a nuestro entender, por mucho que nos hayamos devanado los sesos en pretender formular una idea más o menos acorde a unas normas de búsqueda e investigación, contempladas y acordadas en su día por la comunidad científica, como la lógica, la ciencia exacta, y con la esperanza de que algún día, lográsemos una plena reconciliación entre todos y cada uno de los elementos que forman nuestro ser y los que nos rodean; en definitiva, el espacio y el tiempo donde es menester movernos y evolucionar en distintas facetas de nuestro ciclo vital. En consonancia con esta labor tan ardua que es la reflexión, tanto activa -pensamiento consciente y racional, con alguna que otra influencia relacionada con las convicciones personales de cada uno de nosotros, llámense,éticas y morales de tendencia socio-cultura-,como pasiva -la fase onírica, donde el cerebro se relaja, pero jamás pierde fuelle, ni siquiera cuando está siendo pasto de una de las más feroces y virulentas patologías neuro-degenerativas como el Alzheimer,cuyas despiadadas llamas devoran las diminutas e interactivas neuronas,reduciéndolas a cenizas de tal modo que todo nuestro ser se tambalea de una forma drástica, dejando al descubierto lo inexecrable que es disponer de esa masa cognitiva-.Aun así,y pese a la mala leche que caracteriza la anteriormente citada patología, el cerebro humano aún está en condiciones, mermadísimas(es obvio)de conservar unos mínimos resquicios de conciencia o unos efímeros y resplandecientes chasquidos neuronales que se traducen,de higos a brevas,en unos felices y lúcidos instantes donde el ser afectado se verá capaz de reconocer el rostro de un ser querido o, sencillamente, quejarse de algo. Es un milagro de la naturaleza, un misterio que somos incapaces de descifrar. No me cabe ni la menor duda de que formamos parte de un todo,de este cosmos,este universo de infinitas e inabarcables confines.Somos un elemento bioplasmático,que vibra a nivel energético en armonía con todo el espacio que nos rodea y que moldea nuestro comportamiento e influye activamente en lo que sentimos. Es menester hacer un especial hincapié en la imperiosa necesidad de estar en completo equilibrio con ese entorno,tanto tangible(en su composición material) como intangible (sutil, espiritual, etéreo etc...) con el fin último de evitar los conflictos que nos acechan a cada paso que damos y por cada decisión que tomamos.Conocernos a nosotros mismos,adentrarnos en lo más recóndito de nuestro ser, no deja de ser un ejercicio de obligado cumplimiento.Disponemos de un sinfín de medios que están a nuestra disposición y que nunca han sido popularizados ni mucho menos divulgados como lo están siendo en la actualidad.Es verdad que es harto difícil reconciliar,o por lo menos ,disminuir el nivel de apego y dependencia que tenemos la gran mayoría de nosotros hacia ciertos elementos que se han hecho imprescindibles para llevar a cabo nuestro quehacer diario,dejando de lado la otra mitad que completa ese ente vivo y en continua vibración con la naturaleza que somos nosotros.Reconciliar vida moderna y el bien estar bioenergético para vivir en paz y armonía es posible,siempre y cuando sepamos valorar cada componente en su justa medida ,y así salir del atolladero,de la trampa en la que se ha metido la humanidad.El desarrrollo material no está,a mi humilde entender, reñido con la evolución de la calidad espiritual y humana sino que debería ser un factor,a todas luces, enriquecedor.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

¿ES POSIBLE ELUDIR EL NAUFRAGIO?

Hoy en día nos enfrentamos a todo tipo de retos que no hacen sino dificultar cada vez más nuestro cotidiano intento de sobrevivir a lo que es la vida y lo que esto supone. Nos encontramos inmersos de lleno en nuestra lucha diaria por mantener a flote, cada uno según lo que le ha tocado, el barco que navega a la deriva sin rumbo fijo, ignorando lo que está más allá del horizonte; un horizonte que se antoja gris y con inquietantes tintes de una catástrofe inminente; afrontando tempestades tanto emocionales como socio-económicas sin precedentes en la historia de la humanidad y aguantando las embestidas de estos nefastos tiempos que nos ha tocado vivir, usando todo lo que tengamos a mano; a saber, artilugios y herramientas de mayor o menor eficacia, pero medios al fin y al cabo que nos permiten soportar la cruenta caída en picado del estilo de vida bautizado, desde que acabó la II guerra mudial, como occidental.
Nos hemos embarcado o nos han embarcado en un barco que fue catalogado en su primera singladura como un Titanic, capaz de surcar los mares más bravos y sortear olas de alturas jamás antes vistas.Un barco que nos ofrece unas garantías, sin auténticos garantes ni avales en condiciones, para que la travesía llegase a buen puerto sin sufrir demasiadas bajas, o por lo menos conservar gran parte de la estructura de este Titanic actual que es la globalización, un sistema económico y político concebido, primordiamente, para que todo funcione acercando y estrechando las relaciones comerciales entre todos los moradores de este planeta nostrum llamado Tierra. Desgraciadamente, no se ha previsto o no se quiso preveer-prevenir-, la llegada del Tsunami financiero que nos azota a todos y que amenaza con arrastrar a su paso todo el sistema económico; un Tsumami cargado de fraudes, timos, estafas, engaños y un sinfín de artimañas urdidas para favorecer a unos pocos, todo bajo el correoso nombre de tecnología financiera y volver a poner de manifiesto el sempiterno egoísmo de la humanidad traducido, sencillamente, en SALVESE QUIEN PUEDA...
Jamás a lo largo de toda la historia de la humanidad, se ha visto tanto desorden y mezcolanza de toda índole, como al que asistimos en la actualidad atónitos, pasmados, boquiabiertos y con ganas de vomitar nuestras entrañas, por si así alcanzásemos el tan deseado anhelo de purificarnos de tanta putrefacción. Veo difícil, pero no imposible, una total catarsis por lo complejo del diagnóstico, un historial socio-económico elaborado por supuestos gurús (especialistas de todo y en todo), los mismos que nos han metido en este espeso y maloliente fango.
He dejado de creer en las revoluciones. Ya estoy más que decepcionado con las muchas que se han sucedido a lo largo de nuestra historia y que ya ni merece la pena mencionar. No creo en ellas como un instrumento de cambio, simplemente porque el problema, la raíz de todos los males, está en nosotros mismos, está en nuestra condición intrínseca como seres humanos; a saber, la avaricia, la corrupción, el nepotismo, el egoísmo, la envidia, etc... Veáse por ejemplo como los líderes de cualquier revolución, siempre han estado rodeados de sus seres más allegados como gente de confianza para ejercer el poder... por lo tanto, el panorama no pinta muy bien que se diga.
Ni capitalismo salvaje que instrumentaliza todo (el poder político, los sindicatos o pseudo-sindicatos, los trabajadores que pasan a ser considerados meramente números e útiles para sacar adelante la producción), ni economía estrictamente nacionalizada, burocratizada y controlada en todo momento por el poder político de cualquier color (autócrata, demócrata, totalitario-dictatorial, monárquico o presidencialista tipo república bananera). Sé que es complicado dar con la fórmula idónea, pero es posible que dar mayor protagonismo a los ciudadanos, por mucho que le fastidie a Platón, es la receta más adecuada en connivencia con los instrumentos del sistema ya existentes. En definitiva, la alienación abarca todo pero hay que seguir experimentando hasta dar con el sistema socio-económico y político que mejor nos convenga y proteja. Un sistema que emana realmente de nosotros y reinvierte en nosotros.